viernes, 27 de febrero de 2009

Teatro

En el teatro del siglo XVI se pueden distinguir diversas tendencias:
• Teatro religioso. En él adquiere relevancia la alegoría, uso que desembocará en el auto sacramental.
• Teatro italianizante. En esta orientación dramática destacan Juan del Enzina, creador de églogas, y Bartolomé de Torres Naharro.
• Teatro clasicista. Se imitaron los modelos grecorromanos, tanto de la comedia como de la tragedia.
• Teatro nacionalista. Un grupo de dramaturgos, entre los que se encontraba Juan de La Cueva, utilizaron como tema la historia nacional.
• Teatro popular. En esta línea, en la que influyeron las compañías italianas destaca Lope de Rueda, que compuso comedias y fue el creador de los pasos, piezas breves con las que, a través de intrigas, enredos y otros recursos cómicos, introduce el espectáculo teatral como diversión.

En el teatro del siglo XVII deben considerarse tres manifestaciones dramáticas fundamentales: las representaciones de los corrales de comedias, el teatro cortesano y, en el teatro religioso, los autos sacramentales.
Las representaciones barrocas se realizaban en corrales, inicialmente patios interiores de una manzana de casas, en uno de cuyos lados se alzaba el tablado.
El teatro empezó a constituir también un elemento fundamental en las fiestas cortesanas. Las representaciones se celebraban en palacio y al aire libre, en el gran lago del parque del Buen Retiro.
Los autos sacramentales del siglo XVII, coincidentes en su florecimiento con la Contrarreforma, giran principalmente en torno al sacramento de la Eucaristía.
En el siglo XVII se consolida la comedia nacional. Fue creada por Lope de Vega. Sus características esenciales son la mezcla de lo trágico y lo cómico; el no respeto de las unidades de tiempo, de lugar y de acción; la división de la obra en tres jornadas o actos; el decoro dramático que consiste en la adecuación de la conducta y del lenguaje de los personajes a las convenciones del papel social que representan; la temática de la honra; la polimetría o utilización de variedad de metros y estrofas; y los personajes que responden a seis tipos básicos (la dama, el galán, el poderoso, el viejo, el gracioso y la maga).
Los autores más representativos de este siglo son: Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635), Tirso de Molina (¿1583?-1648) y Pedro Calderón de la Barca (1600-1681).

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