
Política interior:
Carlos I tuvo que hacer frente a las sublevaciones de las Comunidades y las Germanías, que tuvieron el carácter de revueltas políticas, pero también fueron revueltas sociales y antiseñoriales.
Política exterior:
Los enfrentamientos con Francia fueron numerosos. Los dos motivos del conflicto fueron el dominio en los reinos y ducados de Italia, fundamentalmente el Milanesado, y la pugna de los reinos de Flandes y Borgoña. El enfrentamiento en esta época terminó con la Paz de Crépy (1544).
Carlos V hizo de la lucha contra el protestantismo un objetivo fundamental. El enfrentamiento tuvo lugar en dos frentes: el político-militar y el eclesiástico. Carlos derrotó a la liga de los príncipes protestantes en la batalla de Mülhberg (1547), pero no pudo acabar con el problema.
Otro problema fue el dominio del Mediterráneo. Carlos V lanzó con éxito un ataque contra Túnez en 1535, pero fracasó en Argel en 1541.
La primera rebelión de los Países Bajos tuvo lugar en 1566. Las causas fueron religiosas e independistas. Finalmente, el sur se identificó con el catolicismo y el norte, las futuras Provincias Unidas de Holanda, con el calvinismo, una rama del protestantismo.
España e Inglaterra tenían interés en el dominio del Atlántico, a causa de América. El enfrentamiento parecía inevitable pero en tiempos del emperador Carlos no hubo guerras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario